SEXTO INFORME DE EVALUACIÓN DEL IPCC: CAMBIO CLIMÁTICO 2022
Primer Informe: Bases Físicas, 9 de agosto de 2021.
Ofrece nuevas estimaciones sobre las
probabilidades de sobrepasar el nivel global de calentamiento de 1,5 grados
centígrados en las próximas décadas.
Si las
emisiones de gases de efecto invernadero no se reducen drásticamente y, a gran
escala, limitar el calentamiento a 1,5 grados e incluso los 2 grados
centígrados será un objetivo inalcanzable.
Un incremento global de 1,5 grados
centígrados producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las
estaciones cálidas, se acortarán las que son más frías.
Por encima de esta temperatura y hasta los 2
grados centígrados, el calor extremo alcanzará el umbral de tolerancia
para la agricultura y nuestra propia salud.
No es solo cuestión de la temperatura, se
van a producir cambios en las diferentes regiones de la tierra. De hecho, en
algunas zonas, ya llevan tiempo produciéndose cambios.
Se intensifica el ciclo hidrológico.
Conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones, inundaciones y a la vez
sequías.
En latitudes altas, es probable que
aumenten las precipitaciones en detrimento de las zonas subtropicales de la
tierra.
Aumento de los niveles del mar en zonas
costeras, lo que ya está ocurriendo.
Amplificación del deshielo del Permafrost(Se trata de una capa de subsuelo de la corteza terrestre que se encuentra
congelada de manera permanente -de ahí su nombre- en algunas de las regiones
más frías del mundo),pérdida de la nieve estacional, glaciares
y mantos de hielo. Pérdida de hielo ártico marino en verano.
Calentamiento del océano y acidificación. Reducciones del O2 (oxígeno) que
afectan gravemente a los ecosistemas oceánicos.
El IPCC(El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
es el órgano internacional encargado de evaluar los conocimientos científicos
relativos al cambio climático), cifra entre 3.300 y 3.600 millones (la
mitad de la población mundial actual), las personas que habitan regiones
altamente vulnerables al calentamiento global.
Vulnerabilidad alimentaria y de escasez de
agua potable, sobre todo en el continente africano, Asia, América Central y del
Sur, pequeñas islas y el Ártico.
Brecha cada vez mayor entre las medidas tomadas y las necesarias
para hacer frente a los cambios que se están generando y los que están por
venir.
En mayo de 2021 fueron 419,13 partes por millón(PPP), estando en 350 partes por
millón el límite seguro, traspasado en el año 1990. En el año 2022, el aumento
de las emisiones de CO2 siguen batiendo récord. En junio de 2022, nos
encontramos en las 421 partes por millón, por lo que seguimos subiendo.
Se
estima que durante los próximos veinte años experimentaremos un aumento de
la temperatura media global de 1,5 grados centígrados que no podrá evitarse. Esto
provocará efectos en cascada de múltiples episodios extremos.
Los
principales focos están puestos en la pérdida de capacidad del planeta para
producir alimentos, y el aumento del nivel del mar, que afectaría directamente
a más o menos un 40% de la población que reside en regiones costeras.
Como
resultado del tercer informe, podemos destacar tres puntos clave sobre
los principales focos emisores de gases contaminantes a la atmósfera:
El uso
de combustibles fósiles. Es un tipo de combustible que debe
abandonarse lo antes posible, de forma urgente.
Alimentación
más sostenible. La industria ganadera es de las más contaminantes,
además de toda la deforestación que conlleva su construcción y mantenimiento.
Establecer un límite en la demanda de carne y lácteos debería ser una prioridad
en la dieta de todos.
Controlar
la contaminación en grandes ciudades. Son un foco de
emisiones de GEI muy preocupante. El modelo urbano tradicional tiene que dar un
cambio lo antes posible hacia un urbanismo sostenible y más respetuoso con el
medio ambiente.
Según
el informe, “la sociedad es el principal responsable del calentamiento
global”.
Las
formas de producción actuales a las que estamos acostumbrados los seres
humanos a nivel mundial, son el mayor potenciador del cambio climático y sus
efectos adversos. El abastecimiento de bienes y servicios a la sociedad
tienen una estrecha relación con todos los fenómenos meteorológicos extremos
que han ido aumentando su aparición, como los tornados, las olas de frío y
calor o las tormentas de nieve.
También
en la primera parte del informe IPCC que se publicó en 2021, se advertía de que
el ser humano tiene una fuerte influencia sobre el calentamiento atmosférico
y la subida del nivel del mar, entre otros factores.
El
informe del IPCC asegura que las pruebas son irrefutables:“los gases de efecto
invernadero que provienen de las energías fósiles, así como la deforestación
extrema, están poniendo a millones de personas en riesgo inminente”.
Por
primera vez, el volumen del IPCC de 2021 dedicó un capítulo en su informe a
las repercusiones climáticas de gases de corta duración, incluidos los
aerosoles, el metano y las partículas. Desde hace años, el informe destaca
que superamos los niveles de emisión de metano establecidos como seguros con
creces.
La
adaptación de muchos países al cambio climático está en marcha, pero como suele
pasar, la ayuda y la tecnología no llega por igual para todos, dejando
relegados a la mayoría de países en vías de desarrollo.
Algunas
de las conclusiones a las que ha llegado el IPCC tras sus exhaustivos estudios,
es que cualquier atraso en pasar a acción para adoptar medidas, cerrará la
ventana que nos queda abierta para asegurar un futuro habitable.
En la
actualidad, la tecnología y la investigación han avanzado lo suficiente como
para abrir las puertas a nuevos métodos de producción y consumo que nos
hagan ser menos dependientes de fuentes agotables y elementos que pueden
escasear.
Cada
vez más, las nuevas empresas optan por modelos de producción en línea con los criterios
ESG(factores ambientales, sociales y de
gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una
empresa), y apuestan por desarrollar sus tareas de
forma sostenible y respetuosa con la sociedad y el medio ambiente.
Por
desgracia, muchas de las grandes multinacionales cuentan con un modelo de
producción masivo muy contrario al desarrollo sostenible y no adaptan sus
procesos, aun siendo responsables en gran parte del calentamiento global.
Por
ahora, se estima que estamos tomando acción contra el cambio climático en lo
que corresponde a un 15% de la tierra, un 18% de los sistemas acuáticos
continentales, y un 8% de los océanos, cuando lo ideal sería hacerlo entre un
30%-50% para cada uno.
¿Qué podemos hacer para detener
el cambio climático? Nuestro
impacto en la tierra se mide mediante la huella de carbono. Se
trata de un indicador expresado en CO2 que mide la cantidad de gases de efecto
invernadero (GEI) que se liberan a la atmósfera con determinadas actividades.
De forma individual, podemos reducir esta huella tomando en consideración las
siguientes acciones:
En tus
viajes, prioriza el tren frente al avión, la movilidad sin motor frente
al vehículo privado, y las formas de transporte colectivas frente a las
individuales. En los desplazamientos en grandes ciudades de menos de 5 km, utilizar
la bicicleta o el transporte público, es prácticamente igual de rápido que
hacerlo en coche, y evita la emisión de 1 kg de CO2e.
Cambia
tus hábitos alimenticios. Reducir el consumo de carne y pescado de
cualquier tipo, es uno de los hábitos más beneficiosos para reducir las
emisiones de carbono. También, sustituir el consumo de carne roja por carne
blanca (aves de corral) permite reducir las emisiones de GEI en un 80%.
Opta
por los productos y materias primas locales. El transporte
representa casi el 20% de la huella de carbono de nuestros alimentos. Adquirir
productos de km 0 puede reducir la huella de carbono de los hábitos de consumo
en 20 MtCO2e a escala nacional, lo que equivale a unos 10.000 viajes de ida y
vuelta entre Madrid y Nueva York en avión.
Regula
la temperatura de tu hogar. En invierno, reducir la calefacción de 20ºC
a 19ºC puede suponer un ahorro del 7% en la factura eléctrica.
Baraja
la opción de contratar energía renovable para tu hogar o negocio. En
España hay una gran oferta de compañías de energía verde que suministran luz
proveniente de fuentes renovables, como las placas solares o los parques
eólicos.
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