ª “Existen
14 bancos españoles (incluidos por supuesto los 8 que pertenecen al IBEX-35 y
que cotizan en bolsa, que están implicados financiera y económicamente en 19 de
las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas”.
ª “En el
año 2013 España duplicó el volumen de sus exportaciones de materiales militares,
pasando de los 1.953 millones el año anterior a los 3.907 millones de euros”.
ª “Hora de
cambiar el “chip” y dejar de decir que no podemos hacer nada”.
¿Has
preguntado a tu entidad bancaria en que invierte tus ahorros?, ¿Es cierto que
con nuestros ahorros se financian guerras?, ¿Qué se especula con el hambre y la
vida de personas?, ¿Existen alternativas?
La
“crisis” económica, política y social de nuestro país ha desenmascarado la
actividad especulativa de la banca convencional, la cual otorga préstamos o
forman parte de empresas para conseguir la máxima rentabilidad con nuestro
dinero y ahorros, lo que hace que, finalmente seamos responsables últimos y
máximos de lo que hacen.
Existen
14 bancos españoles (incluidos por supuesto los 8 que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa: BBVA, Santander, Bankia, Banco Popular,
Banco Sabadell, Bankinter y CaixaBank y la aseguradora Mapfre) que están
implicados financiera y económicamente en 19
de las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas” (minas antipersona, bombas racimo, armas
nucleares, biológicas y químicas además de trabajar con uranio empobrecido).
En
economía, la especulación son las operaciones
comerciales y financieras que se benefician de las fluctuaciones de los precios
para obtener lucro. Para especular, por lo tanto, se necesita un fondo de dinero estable, este se consigue con el
dinero que millones de personas abonan mensualmente como hipotecas, créditos y pensiones, las cuales, por ejemplo no podrán
tocar hasta que se jubilen. De este modo los bancos son conscientes de que
podrán jugar a la compra venta especulativa durante años.
He
aquí el listado de algunos de los bancos que operan en España y de su
participación en empresas que fabrican productos militares que ofrecen
servicios a este sector e incrementan sus beneficios invirtiendo en la fabricación de “muerte”.
Por
citar algunos de los productos que estas entidades “subvencionan” a las
empresas que se dedican a sembrar caos y destrucción en nuestro mundo: bombas de racimo, espoletas, explosivos, sistemas de tiro, fragatas, aviones
submarinos, adiestramiento militar, fuselajes, helicópteros de combate, carros
de combate, blindados, armas biológicas, químicas y nucleares, cañones, armas
ligeras y pesadas, bombas lapa, minas anti-persona, misiles, armas guiadas,
sistemas navales, radares, misiles submarinos Trident II, misiles nucleares M51, aviones Eurofighter,
buques de guerra, equipos personales y municiones… además de facilitar
créditos para la producción, investigación y exportación de las mismas.
La
participación de los bancos no solo se mide por la inversión directa. Hay que
sumarle la financiación que ofrecen a las principales empresas de la industria,
que ya en 2012 se situaba en 1.875
millones de euros y en 2013 en la cifra se duplicó (no olvidemos que estos
fueron los peores años de la crisis en España), con un total de 4.326 millones de euros en créditos, acumulados
desde el año 2005.
En
el año 2013 España duplicó el volumen de
sus exportaciones de materiales militares, pasando de los 1.953 millones el año anterior a los 3.907 millones de
euros, según la Secretaría de Estado de Comercio presentado en el congreso. Cabe destacar que las
exportaciones de este material han ido dirigidas principalmente a los países del Golfo Pérsico, actualmente en estado de crisis y guerra
(desestabilización política y social como dirían nuestros políticos para
justificarse).
La
participación en empresas productoras de armas por parte de las entidades del
IBEX-35 es casi exclusiva de nuestros bancos.
Pero
hay más datos que tener en cuenta. De las 35 empresas que conforman este
conglomerado bursátil, 33 de ellas
poseen empresas en paraísos fiscales, incluidos por supuesto, nuestros
bancos. 810 sociedades de este tipo pertenecen a las empresas del
IBEX, que han ido creciendo en número con el paso de los años (561 en 2012, 810 actualmente según informe
de Intermón Oxfam). De todas ellas 256 pertenecen
a bancos y concretamente al Grupo
Santander, que acumula 182 filiales situadas en territorios propicios para
la evasión fiscal.
Empiezan
a bailarme la cantidad de datos que se barajan. Miles de millones que
invertimos, por qué no olvidemos que es
dinero de nuestros ahorros y bolsillos que damos permiso a estas entidades mediante
nuestra confianza y firma, para que los utilicen en la investigación,
fabricación y exportación de armas allá donde exista un conflicto.
Todo
esto hace que me pregunte si realmente el gran número de conflictos armados
existentes en todos nuestros continentes serán provocados por este “poder”
económico, bancario y financiero existente (aunque no lo veamos). Siempre he
reflexionado sobre algo: si en multitud de países no tienen medios ni para
producir suficientes alimentos para la población… ¿cómo es posible que sean
capaces de producir y hacerse con armas para destruirse unos a otros? Claro que
sí, siempre hemos sido nosotros quienes se las hemos vendido a cambio de sus riquezas
más preciadas. No hemos hecho más que sembrar guerra, odio, muerte y pobreza. Jamás
hemos buscado su desarrollo como Estados independientes y con futuro, el
colonialismo occidental sigue vigente.
Esta
es tan solo una porción del pastel que se cuece en el sistema que nos gobierna
a nivel mundial. Un régimen plutocrático en el que los más ricos (tan solo el
1% de la población mundial) mueven los hilos mientras el resto obedecemos como
marionetas de función.
¿Realmente
deseamos participar en cada una de las muertes que se arranca injustamente
debido a conflictos que nadie entiende?, ¿Dónde colocar el límite de nuestra
culpabilidad como participantes directos?, ¿Has sentido alguna vez el inmenso poder
de poseer un arma en tu mano, apuntar y disparar a lo invisible?
¿Qué
podemos hacer como ciudadanos?, cambia tu pensamiento, empieza a mirar las
cosas tal y como son, deja de ver a través de ese cristal opaco que todo lo
oculta. ACTÚA, revélate contra este sistema que pende de un hilo. No participes
de sus actividades, busca las alternativas.
Asegúrate
de dejar tu dinero en entidades que invierten tus ahorros en proyectos
sostenibles para el medio ambiente, que luchan por acabar con las injusticias que
acucian nuestro planeta a través de ideas e iniciativas participativas y
sociales. Entidades que se ponen del lado de los más desfavorecidos, de
aquellos que como refugiados luchan por sobrevivir a una guerra que hemos
provocado por nuestros intereses propios y personales, para que podamos vivir
mejor y más cómodos cada día.
Si
necesitas abrir una cuenta o deseas cambiar de entidad bancaria busca alguna
que se esté denominada como “Banca Ética”, existen varias sociedades de este
tipo (no nombraré ninguna aquí para no
hacer publicidad) que invertirá tu dinero en proyectos sociales, o que al
menos, no lo hará en armas, destrucción y muerte.
Es
hora de cambiar el “chip” y dejar de decir que no podemos hacer nada. Juntos se
pueden cambiar muchas de las injusticias que afloran en nuestra vida. Dejemos ya
de mirar hacia otro lado cuando vemos imágenes desagradables en los medios de
comunicación, no olvidemos que muchas de ellas son por nuestra causa y desidia.
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