ª Existen 19
entidades financieras, incluidas algunas que pertenecen al IBEX-35 y que
cotizan en bolsa, que están implicadas financiera y económicamente en 19 de las
principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas.
ª En el año
2020 el Gobierno de España autorizó ventas de material militar y de productos y
tecnologías de doble uso a más de 80 países por valor de 26.551 millones de
euros.
ª Es hora de cambiar y dejar nuestra pereza y dejadez, dejar de decir que no se puede hacer nada.
¿Has preguntado a tu
entidad bancaria en que invierte tus ahorros?, ¿Es cierto que con nuestros
ahorros se financian guerras?, ¿Qué se especula con el hambre y la vida de
personas?, ¿Existen alternativas?
La
“crisis” económica, política y social de nuestro país ha desenmascarado la
actividad especulativa de la banca convencional, la cual otorga préstamos o
forman parte de empresas para conseguir la máxima rentabilidad con nuestro
dinero y ahorros, lo que hace que, finalmente seamos personas responsables
últimas y máximas de lo que hacen.
Existen
19 entidades financieras incluidas algunas que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa: BBVA, Santander, Banco Sabadell y Bankinter, que están implicadas
financiera y económicamente en 31 de las
principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas” en 11
países distintos, (minas antipersona,
bombas racimo, armas nucleares, biológicas y químicas además de trabajar con
uranio empobrecido).
He
aquí el listado de algunos de los bancos y entidades financieras que operan en
España y de su participación en empresas que fabrican productos militares que
ofrecen servicios a este sector e incrementan sus beneficios invirtiendo en la fabricación
de “muerte”, financiando guerras en Yemen, Siria y otros países del mundo.
La
participación de los bancos no solo se mide por la inversión directa. Hay que
sumarle la financiación que ofrecen a las principales empresas de la industria,
que ya en 2012 se situaba en 1.875
millones de euros y en 2013 la cifra se duplicó
(no olvidemos que estos fueron los peores años de la crisis en España), con un total de 4.326 millones de euros en
créditos, acumulados desde el año 2005.
En
el año 2020 el Gobierno de España autorizó
ventas de material militar y de productos y tecnologías de doble uso
a más de 80 países por valor de 26.551
millones de euros, lo que supone un incremento de nada menos que el 163%
con respecto a 2019. Las ventas ejecutadas de manera efectiva ascendieron a 3.622 millones de euros, según la Secretaría
de Estado de Comercio presentado en el Congreso. Cabe destacar que las
exportaciones en 2018 y 2019 de este material han ido en parte Arabia Saudí (270 millones en los dos años),
actualmente un estado con una importante limitación de derechos y libertades individuales
y en guerra con países como Yemen.
La
participación en empresas productoras de armas por parte de las entidades del
IBEX-35 es casi exclusiva de nuestros bancos.
Pero
hay más datos que tener en cuenta. De las 35 empresas que conforman este
conglomerado bursátil, 33 de ellas
poseen empresas en paraísos fiscales, incluidos por supuesto, nuestros
bancos. 740 sociedades de este tipo pertenecen a las empresas del
IBEX, que han ido creciendo en número con el paso de los años (561 en 2012, 1018 en 2015) y reducidas a
740 en 2019 según informe de Intermón
Oxfam). De todas ellas 176 pertenecen al Grupo Santander, situadas en territorios propicios para
la evasión fiscal.
Miles
de millones que invertimos, por qué no
olvidemos que es dinero de nuestros ahorros y bolsillos, que damos permiso
a estas entidades mediante nuestra confianza y firma, para que los utilicen en
la investigación, fabricación y exportación de armas allá donde exista un
conflicto.
Todo
esto hace que debamos preguntarnos si realmente el gran número de conflictos
armados existentes en todos los continentes serán provocados por este “poder”
económico, bancario y financiero existente (aunque
no lo veamos). Deberíamos de reflexionar sobre algo: si en multitud de
países apenas poseen medios para producir suficientes alimentos para que la
población no muera de hambre, ¿cómo es
posible que sean capaces de producir y hacerse con armas para destruirse los unos
a los otros? Quizás occidente tenga mucho que ver. Somos culpables de
sembrar guerra, odio, muerte y pobreza. Jamás se ha buscado su desarrollo como
Estados independientes y con futuro, el colonialismo occidental sigue más vigente
que nunca, exacerbado hoy día por la escasez de recursos, sobre todo
energéticos.
Esta
es tan solo una porción del pastel que se cuece en el sistema que nos gobierna
a nivel mundial. Un régimen plutocrático en el que las personas con más riqueza
(tan solo el 1% de la población mundial)
mueven los hilos mientras el resto obedecemos como marionetas de función.
¿Realmente
deseamos participar en cada una de las muertes que se arranca injustamente
debido a conflictos que nadie entiende?, ¿Dónde colocar el límite de nuestra
culpabilidad como personas participantes directas?, ¿Has sentido alguna vez el inmenso
poder de poseer un arma en tu mano, apuntar y disparar a lo invisible?
¿Qué podemos hacer como ciudadanía?,
cambia tu pensamiento, empieza a mirar las cosas tal y como son, deja de ver a
través de ese cristal opaco que todo lo oculta. ACTÚA, revélate contra este
sistema que pende de un hilo. No participes de sus actividades, busca las
alternativas.
Asegúrate
de dejar tu dinero en entidades que invierten tus ahorros en proyectos
sostenibles para el medio ambiente, que luchan por acabar con las injusticias
que acucian nuestro planeta a través de ideas e iniciativas participativas y
sociales.
Entidades
que se ponen del lado de las personas más desfavorecidas, de aquellos y
aquellas que como personas refugiadas luchan por sobrevivir a una guerra que
hemos provocado por nuestros intereses propios y personales, para que podamos
vivir mejor y más cómodamente cada día.
Si
necesitas abrir una cuenta o deseas cambiar de entidad bancaria busca alguna
que se esté denominada como “Banca Ética”, existen varias sociedades de este
tipo (no se nombrará ninguna aquí para no
hacer publicidad) que invertirá tu dinero en proyectos sociales, o que al
menos, no lo hará en armas, destrucción y muerte.
Es
hora de cambiar y dejar nuestra pereza y dejadez, dejar de decir que no se
puede hacer nada. Dejemos ya de mirar hacia otro lado cuando vemos imágenes
desagradables en los medios de comunicación, no olvidemos que muchas de ellas
son por nuestra causa y desidia.
Fuentes y enlaces de interés: