2015/05/23

EL SUPREMO ARTE DE LA GUERRA


ª        Existen 14 bancos españoles (incluidos por supuesto los 8 que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa, que están implicados financiera y económicamente en 19 de las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas”.

ª         En el año 2013 España duplicó el volumen de sus exportaciones de materiales militares, pasando de los 1.953 millones el año anterior a los 3.907 millones de euros”.

ª         “Hora de cambiar el “chip” y dejar de decir que no podemos hacer nada”.



¿Has preguntado a tu entidad bancaria en que invierte tus ahorros?, ¿Es cierto que con nuestros ahorros se financian guerras?, ¿Qué se especula con el hambre y la vida de personas?, ¿Existen alternativas?

La “crisis” económica, política y social de nuestro país ha desenmascarado la actividad especulativa de la banca convencional, la cual otorga préstamos o forman parte de empresas para conseguir la máxima rentabilidad con nuestro dinero y ahorros, lo que hace que, finalmente seamos responsables últimos y máximos de lo que hacen.

Existen 14 bancos españoles (incluidos por supuesto los 8 que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa: BBVA, Santander, Bankia, Banco Popular, Banco Sabadell, Bankinter y CaixaBank y la aseguradora Mapfre) que están implicados financiera y económicamente en 19 de las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas” (minas antipersona, bombas racimo, armas nucleares, biológicas y químicas además de trabajar con uranio empobrecido).

En economía, la especulación son las operaciones comerciales y financieras que se benefician de las fluctuaciones de los precios para obtener lucro. Para especular, por lo tanto, se necesita un fondo de dinero estable, este se consigue con el dinero que millones de personas abonan mensualmente como hipotecas, créditos y pensiones, las cuales, por ejemplo no podrán tocar hasta que se jubilen. De este modo los bancos son conscientes de que podrán jugar a la compra venta especulativa durante años.

He aquí el listado de algunos de los bancos que operan en España y de su participación en empresas que fabrican productos militares que ofrecen servicios a este sector e incrementan sus beneficios invirtiendo en la fabricación de “muerte”.
Por citar algunos de los productos que estas entidades “subvencionan” a las empresas que se dedican a sembrar caos y destrucción en nuestro mundo: bombas de racimo, espoletas, explosivos, sistemas de tiro, fragatas, aviones submarinos, adiestramiento militar, fuselajes, helicópteros de combate, carros de combate, blindados, armas biológicas, químicas y nucleares, cañones, armas ligeras y pesadas, bombas lapa, minas anti-persona, misiles, armas guiadas, sistemas navales, radares, misiles submarinos Trident II, misiles nucleares M51, aviones Eurofighter, buques de guerra, equipos personales y municiones… además de facilitar créditos para la producción, investigación y exportación de las mismas.
La participación de los bancos no solo se mide por la inversión directa. Hay que sumarle la financiación que ofrecen a las principales empresas de la industria, que ya en 2012 se situaba en 1.875 millones de euros y en 2013 en la cifra se duplicó (no olvidemos que estos fueron los peores años de la crisis en España), con un total de 4.326 millones de euros en créditos, acumulados desde el año 2005.
En el año 2013 España duplicó el volumen de sus exportaciones de materiales militares, pasando de los 1.953 millones el año anterior a los 3.907 millones de euros, según la Secretaría de Estado de Comercio presentado en el congreso. Cabe destacar que las exportaciones de este material han ido dirigidas principalmente a los países del Golfo Pérsico, actualmente en estado de crisis y guerra (desestabilización política y social como dirían nuestros políticos para justificarse).
La participación en empresas productoras de armas por parte de las entidades del IBEX-35 es casi exclusiva de nuestros bancos.
 
 
Pero hay más datos que tener en cuenta. De las 35 empresas que conforman este conglomerado bursátil, 33 de ellas poseen empresas en paraísos fiscales, incluidos por supuesto, nuestros bancos. 810 sociedades de este tipo pertenecen a las empresas del IBEX, que han ido creciendo en número con el paso de los años (561 en 2012, 810 actualmente según informe de Intermón Oxfam). De todas ellas 256 pertenecen a bancos y concretamente al Grupo Santander, que acumula 182 filiales situadas en territorios propicios para la evasión fiscal.
Empiezan a bailarme la cantidad de datos que se barajan. Miles de millones que invertimos, por qué no olvidemos que es dinero de nuestros ahorros y bolsillos que damos permiso a estas entidades mediante nuestra confianza y firma, para que los utilicen en la investigación, fabricación y exportación de armas allá donde exista un conflicto.
Todo esto hace que me pregunte si realmente el gran número de conflictos armados existentes en todos nuestros continentes serán provocados por este “poder” económico, bancario y financiero existente (aunque no lo veamos). Siempre he reflexionado sobre algo: si en multitud de países no tienen medios ni para producir suficientes alimentos para la población… ¿cómo es posible que sean capaces de producir y hacerse con armas para destruirse unos a otros? Claro que sí, siempre hemos sido nosotros quienes se las hemos vendido a cambio de sus riquezas más preciadas. No hemos hecho más que sembrar guerra, odio, muerte y pobreza. Jamás hemos buscado su desarrollo como Estados independientes y con futuro, el colonialismo occidental sigue vigente.  
Esta es tan solo una porción del pastel que se cuece en el sistema que nos gobierna a nivel mundial. Un régimen plutocrático en el que los más ricos (tan solo el 1% de la población mundial) mueven los hilos mientras el resto obedecemos como marionetas de función.
 
 
¿Realmente deseamos participar en cada una de las muertes que se arranca injustamente debido a conflictos que nadie entiende?, ¿Dónde colocar el límite de nuestra culpabilidad como participantes directos?, ¿Has sentido alguna vez el inmenso poder de poseer un arma en tu mano, apuntar y disparar a lo invisible?
¿Qué podemos hacer como ciudadanos?, cambia tu pensamiento, empieza a mirar las cosas tal y como son, deja de ver a través de ese cristal opaco que todo lo oculta. ACTÚA, revélate contra este sistema que pende de un hilo. No participes de sus actividades, busca las alternativas.
Asegúrate de dejar tu dinero en entidades que invierten tus ahorros en proyectos sostenibles para el medio ambiente, que luchan por acabar con las injusticias que acucian nuestro planeta a través de ideas e iniciativas participativas y sociales. Entidades que se ponen del lado de los más desfavorecidos, de aquellos que como refugiados luchan por sobrevivir a una guerra que hemos provocado por nuestros intereses propios y personales, para que podamos vivir mejor y más cómodos cada día.
Si necesitas abrir una cuenta o deseas cambiar de entidad bancaria busca alguna que se esté denominada como “Banca Ética”, existen varias sociedades de este tipo (no nombraré ninguna aquí para no hacer publicidad) que invertirá tu dinero en proyectos sociales, o que al menos, no lo hará en armas, destrucción y muerte.
Es hora de cambiar el “chip” y dejar de decir que no podemos hacer nada. Juntos se pueden cambiar muchas de las injusticias que afloran en nuestra vida. Dejemos ya de mirar hacia otro lado cuando vemos imágenes desagradables en los medios de comunicación, no olvidemos que muchas de ellas son por nuestra causa y desidia.
 
 

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