Tras los actos de resistencia llevados a cabo por Hamás el 7
de octubre, el Derecho Internacional así
lo contempla, Israel ha iniciado una
campaña militar contra Gaza. Demasiados son los líderes internacionales que
han declarado que Israel tiene derecho a defenderse, pero con proporcionalidad,
de acuerdo con el Derecho Internacional.
Realizar esta afirmación supone
desconocer cuáles son las obligaciones del Estado de Israel como Estado de
la Comunidad Internacional. El derecho inmanente de legítima defensa recogido en el artículo 51 de la Carta de
las Naciones Unidas es en lo que se ampara Israel para llevar a cabo
los bombardeos generalizados, sistemáticos, indiscriminados y continuados sobre
la Franja de Gaza, así como la posterior invasión terrestre.
Pero el problema es que Israel no puede actuar en legítima defensa contra Hamás. La Corte
Internacional de Justicia ya tuvo ocasión de pronunciarse sobre el recurso
a la legítima defensa por parte de Israel cuando conoció del asunto del muro en
el año 2004. En su dictamen, la Corte señaló que el artículo 51 reconoce el
derecho a la legítima defensa en caso de un ataque armado de un Estado contra
otro Estado, lo que no se produce en la actual situación, en la que Israel ejerce el control sobre los
Territorios Palestinos Ocupados. Hamás no es el ejército de un Estado y la
Franja de Gaza es un territorio ocupado, en la medida en que además de estar
sometido a un implacable embargo, es Israel
quien controla de facto los puestos fronterizos, el espacio aéreo y los
espacios marinos. Israel dispone de medios judiciales y policiales para
perseguir el crimen de guerra cometido por Hamás.
Pero Israel, como potencia ocupante de los Territorios
Palestinos, tiene una serie de obligaciones que cumplir, y que se contemplan en
la Sección III del Título III del IV
Convenio de Ginebra relativo a la “protección
debida a las personas civiles en tiempo de guerra del año 1949.”
Entre estas obligaciones se encuentran la prohibición de destruir bienes
muebles o inmuebles, el deber de abastecimiento a la población, incluyendo
alimentos y medicamentos, o la de asegurar y mantener los servicios médicos y
sanitarios. Todas ellas como veremos
violadas.
¿Quieren los datos? los hospitales han sido
bombardeados. Solo 17 de los 36 que
existían siguen funcionando y solo de forma parcial, al no tener
medicamentos, material sanitario o simplemente combustible para el
funcionamiento normal.
Se han destruido más del 75% de los
centros de salud, apenas quedan
en pie alguno de los 72 que existían en la franja. En total han sido más de 700 los ataques al sistema
sanitario de Gaza desde 2023. En el norte del país, nada queda en pie y
mucho menos en funcionamiento. El
sistema sanitario gazatí ha colapsado.
Miles de personas
palestinas han sido asesinadas en los hospitales y en los centros de salud
hasta el momento. En 2024 se encontraron más
de 550 cuerpos en los hospitales como el Shifa, el Naser en Jan Yunis, o el Kamal Adwan en diferentes fosas comunes tras ser asaltados por el ejército
israelí. Algunos de los cuerpos fueron descuartizados,
quemados e incluso enterrados con vida.
Desde el 7 de octubre, más
de 60.000 gazatíes han muerto en la ofensiva israelí, 18.000 son niños y niñas. 148.000 han resultado heridos,
además de haber miles de cuerpos desaparecidos bajo los escombros. UNICEF ya
habla de que las muertes por hambre y sed superarán a las causadas por los
bombardeos durante todos estos meses. Gaza se muere de hambre por el bloqueo de
Israel. En los últimos días, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha registrado más
de 100 muertes de personas palestinas por desnutrición, al menos 80 son niños y
niñas. “Es posible que muchos más estén muriendo sin que se reporte”,
son las palabras la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
Y es que, lejos de cumplir con sus obligaciones, Israel ha
establecido un régimen de apartheid en los Territorios Palestinos Ocupados, tal
y como señaló el relator de este procedimiento especial ante el Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas en 2022 y, actualmente está cometiendo un crimen de genocidio en la Franja de Gaza.
Son muchas las personas expertas en materia Internacional las que afirman con
rotundidad, que estamos ante un genocidio de manual, en el que se cumplen claramente el elemento subjetivo y
las conductas que constituyen el objetivo del tipo. Son palabras del
director en Nueva York de la oficina del alto comisionado de la ONU para los
Derechos Humanos, que dimitió de su cargo en protesta por la inacción de la
organización a la hora de detener la catástrofe humanitaria en la Franja de
Gaza.
Así, “la intención de
destruir total o parcialmente, a un grupo nacional” se desprende de las
declaraciones de los líderes israelíes, que deshumanizan a la población
palestina. Por su parte, los actos de “matanza de miembros del grupo, lesión
grave a la integridad física o mental o el sometimiento intencional a
condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o
parcial” se producen de forma continuada desde hace más de 6 meses en la
Franja.
En octubre de 2023, 9 relatores especiales de las Naciones Unidas señalaron que el pueblo palestino de Gaza se encontraba en riesgo de genocidio. El Comité contra la discriminación racial mostró su preocupación por el incremento del discurso de odio racista y la deshumanización contra los palestinos desde el 7 de octubre por agentes estatales israelíes. Este discurso podía incitar a actos genocidas.
A primeros del mes de noviembre, 8 relatores reiteraran el riesgo de genocidio en Gaza y pocos días después son ya 15 relatores y 21 miembros más del grupo de trabajo las personas que alertan y aseguran que: “se está produciendo un genocidio, y además se está incrementando la incitación al genocidio, pues es clara y manifiesta la intención de destruir al pueblo palestino bajo ocupación, fracaso del sistema internacional para prevenirlo y llaman a la comunidad internacional a poner fin al genocidio contra el pueblo palestino”.
Especialmente significativo es el
recientemente presentado informe de la Relatora sobre los TPO, Francesca
Albanese, “Anatomía de un genocidio" ¿Qué es en Derecho Internacional lo
que puede catalogar como genocidio lo que ocurre en Gaza? ¿Qué es lo que dice
la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio?
Manifiesta que deben de existir por un lado, el Elemento subjetivo, es decir,
la intencionalidad con elementos que entrañan juicios de valor, como los que
emplean los términos “inhumanos” o
“graves”, y la “intención de
destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o
religioso”.
● Isaac
Herzog Primer
Ministro Israelí: "Toda una nación
es responsable. No es cierta esta retórica de que los civiles no son
conscientes, no están implicados. Estamos en guerra. Estamos en guerra. Estamos
en guerra. Estamos defendiendo nuestros hogares y lucharemos hasta romperles el
espinazo".
● Yisrael
Katz (ministro de infraestructuras): "Lucharemos contra la organización
terrorista Hamás y la destruiremos. Ganaremos. No recibirán ni una gota de agua
ni una sola pila hasta que abandonen el mundo".
● Yoav
Galland, ministro de
Defensa del Estado de Israel: “Ordené un
asedio total sobre la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni
gas, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en
consecuencia, lo eliminaremos todo".
● Daniel
Hagari, portavoz
militar: “El énfasis está en el daño y no en la precisión”.
● Benjamín
Netanyahu comparó a los palestinos con los amalequitas, un pueblo que
fue exterminado por Dios según la Biblia: “Debéis
recordar lo que Amalek os ha hecho, dice nuestra Santa Biblia. Nosotros lo
recordamos y estamos luchando".
¿Es necesario seguir probando que la
verdadera intención del Estado de Israel es exterminar por completo al pueblo
de Palestina?
Todas estas declaraciones las han hecho de forma pública frente a las cámaras
de televisión. Saben de sobra que lo que están haciendo es un genocidio, y
cuentan con la indiferencia de Occidente.
Por otro lado, están
las conductas que constituyen el Elemento objetivo, es decir, el conocimiento de las circunstancias.
Estos son los datos que los medios de comunicación y los gobiernos de la
Comunidad Internacional no reconocen, pero que no por ello, dejan de ser
reales:
● Matanza de miembros del grupo y
lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo:
o En el momento actual más de 60.000 personas muertas. El 80%
mujeres, niños y niñas. Miles de
personas desaparecidas bajos los escombros. Familias completas
desaparecidas y asesinadas. Más de 148.000
personas heridas. Todos y todas ellas civiles.
o Desde el 29 de octubre Israel
descargó los primeros meses 6.000 bombas
de gran magnitud por semana.
o En los primeros 4 meses la
destrucción de las ciudades fue superior a la de Aleppo entre 2012 y 2016,
mayor que los bombardeos aliados sobre Alemania en la 2ª guerra mundial. Los efectos generados son visibles desde
satélites y desde cualquier punto de observación.
o “Niño
herido, familia no sobreviviente”, es una nueva categoría de persona vulnerable en conflictos
armados que ha sido creada como consecuencia del genocidio en Gaza. nueva forma
de categorizar a aquellos menores que han sobrevivido al asesinato de sus
familias. Según UNICEF, en febrero de 2024 había ya 17.000
niños y niñas solos y solas o no acompañadas, entre las personas heridas.
o Alrededor
de 18.000 niños y niñas han sido asesinados en Gaza, el 40% del total de asesinatos, 30 a diarios ahora, pero llegaron a ser 115
cada día. Se estima que fueron asesinados más niños y niñas en las tres
primeras semanas de bombardeos en Gaza que en todas las zonas en conflicto del
mundo desde el año 2019. Más de 1.000
menores han perdido una o las dos piernas.
o El
80% de los niños y niñas presentaban elevados niveles de estrés emocional. No control de esfínteres (79%),
mutismo reactivo (59%), autolesiones (59%), sentimientos suicidas (55%).
o La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 2712 del mes de noviembre de 2023, manifiesta su profunda preocupación por la interrupción de acceso a la educación y el conflicto en la salud mental de los niños y niñas.
● Sometimiento
intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física, total o parcial; utilización del HAMBRE COMO ARMA DE
GUERRA. Israel no permite el acceso a comida
ni agua, restringe
y prohíbe la entrada de suministros desde la primera semana. Los niños y niñas están muriendo de hambre
y desnutrición. Toda la población se encuentra en grave riesgo de hambruna, mientras los gobiernos de Occidente, Europa y
también España miran hacia otro lado.
Cada día, podemos ver desde miles de
kilómetros al resguardo, como el ejército de Israel ataca y asesina personas
que corren desesperadas para conseguir comida. Más de 1.500 personas desde el mes
de mayo de 2025. Según
el Estado de Israel "la mayoría de
las muertes en el reparto de ayuda se debe a estampidas". El resto de
los países compramos el discurso como
estúpidos y estúpidas.
La Organización Mundial de la Salud alerta de que la población de Gaza
se enfrenta a elevados niveles de hambre, sin comida suficiente y elevados
niveles de malnutrición.
●Deshumanización, tratos inhumanos y
degradantes y torturas. Ejecuciones extrajudiciales: detenciones arbitrarias,
ejecuciones extrajudiciales, tortura, asesinatos del personal sanitario,
privación de agua, comida, refugio y aseo.
Cuerpos mutilados, quemados y enterrados en vida.
● Destrucción de hogares y
desplazamiento masivo, toda
la población ha sido forzada a abandonar
sus hogares. Muchos de los que no han abandonado sus hogares han sido
asesinados o están en riesgo extremo de serlo, no existe lugar seguro. Para las
personas hospitalizadas, la OMS declara que “es
una sentencia de muerte” para las personas pacientes más graves y también
para las madres y bebés prematuros.
Un último dato, al
menos 200 periodistas han sido asesinados/as por los ataques israelíes en
diferentes partes de la Franja de Gaza, desde el norte hasta el sur, dejando
claro que no hay ningún lugar seguro para los periodistas en todo el
territorio, en lo que sin duda, se trata de la mayor operación de ocultamiento
de la verdad que la humanidad haya conocido. Son datos de Reporteros Sin Fronteras.
Y… ante todo lo relatado hasta
ahora, un solo país en el mundo, Sudáfrica, la Sudáfrica del Apartheid pero
también de Nelson Mandela, fue la primera en hacer frente a su obligación de
prevenir el genocidio, acudiendo a la Corte Internacional de Justicia iniciando
un procedimiento contra Israel por violar sus obligaciones en el marco de la
Convención al que pronto se sumaron como intervinientes Libia, Colombia y
Nicaragua.
Ante la exposición de los elementos objetivos y subjetivos
anteriormente ya descritos en este texto, podemos asegurar que “estos hechos y las circunstancias, son
suficientes para concluir que estamos ante un claro caso sobre el derecho de
los palestinos y palestinas de Gaza a ser protegidas de actos de genocidio”.
Para el cumplimiento del Derecho
Internacional,
el Derecho Internacional Humanitario y
la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
No ha sido hasta julio de esta año
2025, cuando el Gobierno de España ha firmado una declaración conjunta para solicitar un alto
al en la franja de Gaza que acabe con el genocidio que está sufriendo el pueblo
de Palestina y el levantamiento del bloqueo y la entrada incondicional de ayuda
a Gaza, como exigen las resoluciones 2712 y 2720 del Consejo de Seguridad de la ONU y en diversas resoluciones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas. Casi dos años ha tardado nuestro
gobierno en dar este paso, cuando podía y debería de haber sido el promotor de
este.
Pero todo esto no es suficiente, nuestro gobierno llega tarde
por falta de valentía. Hace meses que el
Gobierno de España, debería de haber roto cualquier tipo de relación
diplomática, institucional, económica, cultural y deportiva con el Estado de
Israel. Y debería de estar presionando para que le fueran impuestas sanciones
políticas, económicas,
diplomáticas y otras contramedidas lícitas, en particular el embargo
militar integral bidireccional, y la suspensión del Acuerdo de Asociación
entre la UE e Israel que incluye la cláusula de respeto de los derechos
humanos como un elemento esencial del acuerdo. Es increíble que España y Europa
sigan mirando hacia otro lado y se estén lavando las manos ante tal genocidio
de todo un pueblo. Nunca se ha hecho tan poco para la defensa de un pueblo y la
condena de otro y su gobierno asesino. El actual Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y todo su Gobierno deberá ser juzgado por todos los crímenes de guerra, crímenes
contra la humanidad y actos de genocidio cometidos contra el pueblo palestino.
¿Lo veremos? No lo creo. La Justicia y más la Justicia Internacional no existen
para los pueblos más pobres y oprimidos.
Lejos de todo esto, nuestro Gobierno ha mentido a la población española. Durante meses negó mantener contratos de armamento con Israel, como también negó que España fuera puerto para el paso de ida y vuelta desde Israel de todo tipo de armamento. Somos parte de todo el problema. “El Gobierno español ha adjudicado 46 contratos a industrias militares israelíes por valor de 1.044 millones de euros desde el 7 de octubre de 2023 hasta el momento actual”, este es el dato que no podremos negar jamás.
¿Qué nos queda? ¿salir a las calles para seguir gritando Palestina libre? Nuestro país hace mucho que ha perdido la conciencia social
de lo que es o no permisible en nuestro mundo. Estamos más preocupados de donde
pasaremos las vacaciones, del siguiente festival o simplemente de donde vamos a
cenar esta noche. No podemos culparnos, es lo que hemos aprendido todos estos
años. Jamás tuve una sola clase o parte de una asignatura que nos enseñara que
son los derechos humanos y lo que costó conseguirlos. Tampoco lo que es luchar
por ellos y mejorar la vida de las personas. Hemos invertido el tiempo en la
individualidad, en llegar lejos de manera personal y nos hemos olvidado de lo
colectivo, de lo humano, de la fraternidad entre los pueblos.
Aun así, quienes más poder tienen, son quienes menos están haciendo y van a hacer. Nos queda la protesta social en las calles. Conseguiremos parar este genocidio entre todos y todas, pero se colgarán las medallas, una vez más, algunos lideres mundiales, entre ellos, nuestro gobierno. Me temo que el genocidio continuará hasta el final, mientras miramos nuestra televisión expectantes y quizás reflexivos sobre, quienes serán los siguientes. Si hay algo que puede ser seguro, es de que esto no va a parar aquí.
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