2022/07/23

EL SUPREMO ARTE DE LA GUERRA (ACTUALIZACIÓN)

ª       Existen 19 entidades financieras, incluidas algunas que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa, que están implicadas financiera y económicamente en 19 de las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas.

ª    En el año 2020 el Gobierno de España autorizó ventas de material militar y de productos y tecnologías de doble uso a más de 80 países por valor de 26.551 millones de euros.

ª  Es hora de cambiar y dejar nuestra pereza y dejadez, dejar de decir que no se puede hacer nada.

¿Has preguntado a tu entidad bancaria en que invierte tus ahorros?, ¿Es cierto que con nuestros ahorros se financian guerras?, ¿Qué se especula con el hambre y la vida de personas?, ¿Existen alternativas?

La “crisis” económica, política y social de nuestro país ha desenmascarado la actividad especulativa de la banca convencional, la cual otorga préstamos o forman parte de empresas para conseguir la máxima rentabilidad con nuestro dinero y ahorros, lo que hace que, finalmente seamos personas responsables últimas y máximas de lo que hacen.

Existen 19 entidades financieras incluidas algunas que pertenecen al IBEX-35 y que cotizan en bolsa: BBVA, Santander, Banco Sabadell y Bankinter, que están implicadas financiera y económicamente en 31 de las principales empresas fabricantes de armas “controvertidas y prohibidas” en 11 países distintos, (minas antipersona, bombas racimo, armas nucleares, biológicas y químicas además de trabajar con uranio empobrecido).

 En economía, la especulación son las operaciones comerciales y financieras que se benefician de las fluctuaciones de los precios para obtener lucro. Para especular, por lo tanto, se necesita un fondo de dinero estable, este se consigue con el dinero que millones de personas abonan mensualmente como hipotecas, créditos y pensiones, las cuales, por ejemplo no podrán tocar hasta que se jubilen. De este modo los bancos son conscientes de que podrán jugar a la compra venta especulativa durante años.

He aquí el listado de algunos de los bancos y entidades financieras que operan en España y de su participación en empresas que fabrican productos militares que ofrecen servicios a este sector e incrementan sus beneficios invirtiendo en la fabricación de “muerte”, financiando guerras en Yemen, Siria y otros países del mundo.



 Por citar algunos de los productos que estas entidades “subvencionan” a las empresas que se dedican a sembrar caos y destrucción en nuestro mundo: bombas de racimo, espoletas, explosivos, sistemas de tiro, fragatas, aviones submarinos, adiestramiento militar, fuselajes, helicópteros de combate, carros de combate, blindados, armas biológicas, químicas y nucleares, cañones, armas ligeras y pesadas, bombas lapa, minas anti-persona, misiles, armas guiadas, sistemas navales, radares, misiles submarinos Trident II, misiles nucleares M51, aviones Eurofighter, buques de guerra, equipos personales y municiones… además de facilitar créditos para la producción, investigación y exportación de las mismas.

La participación de los bancos no solo se mide por la inversión directa. Hay que sumarle la financiación que ofrecen a las principales empresas de la industria, que ya en 2012 se situaba en 1.875 millones de euros y en 2013 la cifra se duplicó (no olvidemos que estos fueron los peores años de la crisis en España), con un total de 4.326 millones de euros en créditos, acumulados desde el año 2005.

En el año 2020 el Gobierno de España autorizó ventas de material militar y de productos y tecnologías de doble uso a más de 80 países por valor de 26.551 millones de euros, lo que supone un incremento de nada menos que el 163% con respecto a 2019. Las ventas ejecutadas de manera efectiva ascendieron a 3.622 millones de euros, según la Secretaría de Estado de Comercio presentado en el Congreso. Cabe destacar que las exportaciones en 2018 y 2019 de este material han ido en parte Arabia Saudí (270 millones en los dos años), actualmente un estado con una importante limitación de derechos y libertades individuales y en guerra con países como Yemen.

La participación en empresas productoras de armas por parte de las entidades del IBEX-35 es casi exclusiva de nuestros bancos.

Pero hay más datos que tener en cuenta. De las 35 empresas que conforman este conglomerado bursátil, 33 de ellas poseen empresas en paraísos fiscales, incluidos por supuesto, nuestros bancos. 740 sociedades de este tipo pertenecen a las empresas del IBEX, que han ido creciendo en número con el paso de los años (561 en 2012, 1018 en 2015) y reducidas a 740 en 2019 según informe de Intermón Oxfam). De todas ellas 176 pertenecen al Grupo Santander, situadas en territorios propicios para la evasión fiscal.

Miles de millones que invertimos, por qué no olvidemos que es dinero de nuestros ahorros y bolsillos, que damos permiso a estas entidades mediante nuestra confianza y firma, para que los utilicen en la investigación, fabricación y exportación de armas allá donde exista un conflicto.

Todo esto hace que debamos preguntarnos si realmente el gran número de conflictos armados existentes en todos los continentes serán provocados por este “poder” económico, bancario y financiero existente (aunque no lo veamos). Deberíamos de reflexionar sobre algo: si en multitud de países apenas poseen medios para producir suficientes alimentos para que la población no muera de hambre, ¿cómo es posible que sean capaces de producir y hacerse con armas para destruirse los unos a los otros? Quizás occidente tenga mucho que ver. Somos culpables de sembrar guerra, odio, muerte y pobreza. Jamás se ha buscado su desarrollo como Estados independientes y con futuro, el colonialismo occidental sigue más vigente que nunca, exacerbado hoy día por la escasez de recursos, sobre todo energéticos.  

Esta es tan solo una porción del pastel que se cuece en el sistema que nos gobierna a nivel mundial. Un régimen plutocrático en el que las personas con más riqueza (tan solo el 1% de la población mundial) mueven los hilos mientras el resto obedecemos como marionetas de función.

¿Realmente deseamos participar en cada una de las muertes que se arranca injustamente debido a conflictos que nadie entiende?, ¿Dónde colocar el límite de nuestra culpabilidad como personas participantes directas?, ¿Has sentido alguna vez el inmenso poder de poseer un arma en tu mano, apuntar y disparar a lo invisible?

¿Qué podemos hacer como ciudadanía?, cambia tu pensamiento, empieza a mirar las cosas tal y como son, deja de ver a través de ese cristal opaco que todo lo oculta. ACTÚA, revélate contra este sistema que pende de un hilo. No participes de sus actividades, busca las alternativas.

Asegúrate de dejar tu dinero en entidades que invierten tus ahorros en proyectos sostenibles para el medio ambiente, que luchan por acabar con las injusticias que acucian nuestro planeta a través de ideas e iniciativas participativas y sociales.

Entidades que se ponen del lado de las personas más desfavorecidas, de aquellos y aquellas que como personas refugiadas luchan por sobrevivir a una guerra que hemos provocado por nuestros intereses propios y personales, para que podamos vivir mejor y más cómodamente cada día.

Si necesitas abrir una cuenta o deseas cambiar de entidad bancaria busca alguna que se esté denominada como “Banca Ética”, existen varias sociedades de este tipo (no se nombrará ninguna aquí para no hacer publicidad) que invertirá tu dinero en proyectos sociales, o que al menos, no lo hará en armas, destrucción y muerte.

Es hora de cambiar y dejar nuestra pereza y dejadez, dejar de decir que no se puede hacer nada. Dejemos ya de mirar hacia otro lado cuando vemos imágenes desagradables en los medios de comunicación, no olvidemos que muchas de ellas son por nuestra causa y desidia.


Fuentes y enlaces de interés:

·     Análisis de la financiación de las empresas de armas que han exportado a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos 2015-2019

·     Comercio de armas – Diario Público, 09/03/2020